https://goo.gl/maps/yong7HhcrzL2
Nos
encontramos en comarca de la Marina Alta ,
al norte de la provincia de Alicante, colindante con la de Valencia.
Para
llegar al inicio de la ascensión tenemos que ir a Patró por la CV-700 , una vez llegamos
allí desviarnos por la CV-714
dirección Benissili y Llombai.
La
ascensión comienza tras un descenso de 400 metros después del
cruce, en un pequeño puente.
Al
poco de pasar Llombai tendremos que fijarnos para que no se nos pase un camino
que hay a nuestra derecha, que tras una empinada bajada y cruzar una rambla nos
daremos de sopetón con una auténtica pared. Entonces sabremos que vamos por el
sitio correcto.
ESPECIFIACIONES:
Circularemos
por la CV-714
durante los primeros 600
metros de la ascensión. Aquí el asfalto es muy bueno,
aunque la carretera no sea muy ancha. Tras girar a la derecha, el firme
continúa estando asfaltado muy aceptablemente, exceptuando la zona de la rambla
antes del duro kilómetro que está cementado. Casi ya finalizando hay una
pequeña zona algo descarnada que no tendremos problemas en sortear.
El
tráfico es escaso, aunque no inusual, pues los vecinos suelen utilizar este
“atajo” que comunica la Vall
de la Gallinera
con La Safor.
FUENTES:
Podremos
llenar nuestros bidones en las fuentes de los pueblos por los que pasamos antes
de la subida, pues arriba no hay y la más cercana está en L’Orxa.
COMENTARIO:
Es uno de los valles del interior de la montaña
de Alicante formado por los núcleos de Benirrama, Benialí, Benisivá, Benitaya, La Carroja , Alpatró, Llombay
y Benisili. Siendo Alpatró el núcleo más poblado de ellos. Todos estos pueblos
constituyen un solo municipio. El Ayuntamiento está en Benialí.
Limita con los términos municipales de Adsubia, Lorcha, Planes, Valle de Alcalá, Vall de Ebo dentro
de la provincia de Alicante y Villalonga en la
de Valencia.
Esta es una zona donde las cortas y empinadas
ascensiones no son extrañas, pues podemos encontrar la “Pared de Benirrama” o
el “Mirardor del Xap” entre otras más destacadas. Eso si, conveniente ir muy
bien mentalizado a lo que se va, y sobre todo llevar el desarrollo adecuando a
las características de cada uno, pues si bien una minoría podría subirla con un
39, los más humanos lo normal es que usemos un 34 o un triple si es necesario,
pues al fin y al cabo lo importante es atreverse, sufrirlo y sobre todo,
disfrutarlo y conseguirlo.
Evidentemente lo que más llama la atención de
esta subida es ese kilómetro que supera el 15% de media, y en donde pocos sitios
vamos a encontrar algo similar. Nos va a venir bien que el inicio sea muy
plácido, pues así podremos ir calentando un poco la musculatura y activando la
circulación para lo que nos espera. Eso si, la bajada que hay justo antes de la
rambla no nos ayudará mucho, pues nos obligará a frenar y no podremos utilizar
toda la inercia que quisiéramos para comenzar esa zona tan dura y así
ahorrarnos unos metrillos, y lo que es peor, nos obligará a llevar un
desarrollo que prácticamente no podremos empezar a pedalear hasta que casi
estemos parados, por lo que las piernas nos dolerán en los primeros metros.
Tras eso, lo primero que tendremos que hacer es mentalizarnos a tener
paciencia, a casi no mirar hacia delante para no ver lo que nos queda, coger el
mejor ritmo que podamos y controlar la respiración para no ahogarnos enseguida.
Esta zona tan dura de la ascensión también es
la más bonita, pues si bien subimos por la ladera, esta tiene pinos que nos
hacen compañía, nos dan algo de sombra y más llevadero el sufrimiento.
La primera mitad al 17’2% de este durísimo
kilómetro es prácticamente rectilínea, lo que nos permite observar a lo lejos
la única curva de herradura de la ascensión. Y una vez llegamos a ella, es
aconsejable mirar hacia abajo para poder por donde hemos subido y sentirnos orgullosos
de ello, así conseguiremos motivación para sacar fuerzas extras de donde
podamos para poder “vencer” a la subida, pero aún tendremos que “derrotar” los
últimos 250 metros
con algún pico al 18% para que sea épica.
Una vez superado este kilómetro, nos quedarán
ya solo 500 metros
muy llevaderos para poder ir reponiéndonos y así poder disfrutar de lo logrado
cuando lleguemos al final de la subida.
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